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RECURSOS ENERGÉTICOS

Los recursos energéticos son aquellos que transformamos para convertirlos en energía útil y pueden ser renovables o no renovables. Los recursos no renovables se utilizan más rápido de lo que se pueden reemplazar, por lo que la cantidad de que disponemos es limitada. Los recursos renovables no se agotan porque el ritmo al cual se reemplazan es tan rápido como se usan. Los combustibles fósiles son el ejemplo más común de recursos energéticos no renovables. Estos combustibles se formaron a partir de los restos fósiles de plantas y animales que vivieron hace cientos de millones de años. Cuando los combustibles fósiles se transforman en energía útil, se liberan contaminantes a la atmósfera. Los combustibles fósiles también liberan dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, que provocan el calentamiento global.
Los recursos energéticos renovables son aquellos que pueden regenerarse a ritmos superiores al de su utilización por la especie humana. Aquí se incluyen tanto los que proceden del flujo solar como el agua, el viento y la biomasa, así como la geotermia y las mareas que no proceden del flujo de radiación que nos llega desde el astro Rey. Estos recursos son virtualmente ilimitados como el Sol. Las cantidades de agua o viento cambian con el transcurso del tiempo, pero son bastante abundantes. La energía de biomasa, como la madera para el fuego, se puede reemplazar con relativa rapidez siempre que se haga de ella un uso sostenible.