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CORRIENTE ELÉCTRICA

La corriente eléctrica consiste en el flujo de cargas eléctricas a través de un conductor. En el caso de los conductores metálicos (por ejemplo un alambre de cobre), la corriente eléctrica está constituida por un flujo de electrones. En los conductores líquidos (por ejemplo una solución de cloruro de sodio o sal común en agua) la corriente eléctrica está constituida por el movimiento de iones positivos (cationes) e iones negativos (aniones). En el caso de los gases (por ejemplo en las lámparas de vapor de mercurio) la corriente está constituida por el movimiento de cationes, de aniones, y también de electrones libres.
Hay dos tipos de corriente eléctrica: corriente directa o continua (CD ó CC) y la corriente alterna (CA). La corriente directa es aquella que fluye en una sola dirección (unidireccional o de sentido constante). Este tipo de corriente es proporcionada, por ejemplo, por las pilas (que se emplean en las linternas, radios, etc.) o bien por las baterías o acumuladores de los automóviles. Por otro lado la corriente alterna es aquella que cambia periódicamente de polaridad, pues es una señal que responde lo que en matemática se llama función sinusoidal. Este tipo de corriente es que la suministran las empresas que brindan el servicio de electricidad y es utilizada en nuestros hogares para hacer funcionar equipos electrodomésticos tales como televisores, computadoras, etc. y en la industria. La corriente alterna se puede transformar en corriente continua mediante circuitos llamados “rectificadores”, A la salida de un rectificador se obtiene una corriente rectificada que deberá ser “filtrada” para convertirla en una corriente directa.
La potencia eléctrica, representada por la letra P, es el ritmo al que se transforma la energía. Es así que nos referimos a la potencia de un generador o a la potencia disipada en una lámpara. En el Sistema Internacional la energía se expresa en joule (J) y la potencia en watt (W), donde: 1 W = 1 J/s y 1 kW = 1000 W. El consumo de energía eléctrica se mide en kilowatthora (kWh). Sin embargo, es práctica común en la industria utilizar otras unidades para expresar la potencia eléctrica, como son los caballos fuerza (hp) y la Unidad Térmica Británica (BTU). Las equivalencias de estas unidades con el watt son: 1 hp = 746 W y 1 W = 3.41 BTU/h.
La potencia en un aparato eléctrico se puede determinar mediante la siguiente fórmula: P = U.I, es decir, si se conoce la tensión eléctrica aplicada y la intensidad de corriente que circula por el circuito, se puede calcular la potencia desarrollada en el equipo.
La resistencia es el componente que transforma la energía eléctrica en energía térmica, por ejemplo en un horno eléctrico, una tostadora, un calentador de agua, una plancha, etc. El efecto Joule permite calcular la cantidad de energía térmica que es capaz de disipar una resistencia. El efecto Joule establece que la cantidad de energía térmica (Qc) producida por una corriente eléctrica depende directamente del cuadrado de la intensidad de la corriente (I), del tiempo (∆t) que esta circula por el conductor y de la resistencia (R) que opone el mismo al paso de la corriente. Simbólicamente esto se escribe: Q = I2.R.∆t. La fórmula para determinar la potencia de una carga resistiva (a menudo denominada ley de Joule), está dada por: P = I2.R = V2/R. Esta expresión nos permite determinar la potencia disipada por un equipo eléctrico.