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La Habana, 29 nov (ACN) Una nueva versión ampliada del Atlas de Bioenergía de Cuba 2021 se encuentra en edición y en esta ocasión abarca los sectores de la Industria Alimentaria, el Grupo Azucarero AZCUBA, la Empresa Cubana del Tabaco y otros.

La iniciativa de su segunda versión persigue el propósito de que tales mapas sea actualizados y se perfeccionen periódicamente, comentó el Doctor en ciencia Roberto Sosa Cáceres, investigador del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía, (CUBAENERGIA), en un artículo enviado a la Agencia Cubana de Noticias.

Recordó que la primera constituyó el resultado de varias instituciones, cuando los profesionales de CUBAENERGIA lograron gestionar y organizar valiosas informaciones renovadas sobre las potencialidades del uso de fuentes energéticas.

Citó el hecho de que todo empezó a partir del Proyecto Bioenergía de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, ubicada en la provincia de Matanzas, con financiamiento del Programa de ONU para el Desarrollo.

También con el del Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el apoyo de la Red Bioenergía, donde participaron varios grupos empresariales e instituciones y duró 14 meses desde la segunda mitad de 2018 hasta la de mediados de 2019.

Entonces, salió a la luz la publicación en eventos científicos nacionales, y que cuenta con cuatro capítulos, 20 mapas y de 84 páginas debidamente organizadas para la mejor comprensión de cualquier lector.

Incluyó el registro y organizaron de las fuentes posibles de energía generadas por biomasas, entre ellas aguas residuales o residuos de las ganaderías vacuna, porcina y avícola.

Además, las potencialidades de producción de biodiesel a partir del aceite de la jatrofa curcas y las biomasas sólidas, como cáscaras de arroz y residuos forestales en las instituciones del Ministerio de la Agricultura durante 2018.

La relación de su principales efectos contempló la producción de biogás sobre la base de los residuos de la cría de animales del Grupo Empresarial Ganadero, divididos en vacuna, porcina y avícola, que tienen un valor energético equivalente a 75.3 miles de toneladas equivalentes de petróleo.

Para el doctor Sosa Cáceres, si este biogás se destinara a la generación de electricidad, sería posible el autoabastecimiento de la actividad productiva porcina estatal en un 30 %; de la vacuna (utilizando el 20 % de las excretas), en un 176 % y de la avícola, en un 275 %.

En el caso del uso de biodiesel de Jatropha curcas, integrada a la de los cultivos alimentarios, se podría sustituir el 20 % del diésel utilizado en las producciones agrícolas, en dos escenarios diferentes de concentración de las plantaciones.

Aunque no se precisa de grandes superficies en el país, solo se requiere el 5.8 % de las áreas declaradas ociosas en 2017, pero de los suelos en las categorías III y IV, los peores para la agricultura, se necesitarían utilizar el 0.7 % del total nacional.

Con respecto a la biomasa forestal y agroresiduos, se llegó a la conclusión de que la alta cobertura boscosa de Cuba convierte a la actividad forestal en un factor importante para el desarrollo de sus áreas rurales, donde la leña es el principal producto forestal destinado a ser utilizado como biocombustible.

(Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)

 

La Habana, Cuba. Un taller sirve de colofón al Proyecto sobre el Plan Nacional de Eliminación de Hidro-cloro-fluoro-carburos en el sector de las espumas rígidas, otra prueba de que Cuba cumple con lo pactado para la supresión paulatina del uso de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono y en la lucha contra el calentamiento global.

En la cita en La Habana participarán expertos de Refrigeración Caribe, de Laminados Cometal y del Instituto de Diseño Automotriz, junto a la Oficina Técnica de Ozono.

El evento es coordinado por esa Oficina perteneciente a Cubaenergía, entidad adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

En cumplimiento de los compromisos del país, se asumió la ejecución de este proyecto que permitió eliminar de la producción nacional en el sector de las espumas rígidas de Poliuretano, compuestos de alto potencial de calentamiento global.

Fuente: Radio Reloj

Imagen: Radio Reloj

Destacan particularidades del Proyecto Plan Nacional de Eliminación de los Hidroclorofluorocarbonos en el sector de las espumas rígidas, así como las experiencias de las entidades de La Habana beneficiadas

El impacto que en el orden productivo y del medio ambiente genera el uso de tecnologías y sustancias de bajo potencial de calentamiento global en la elaboración de espumas rígidas, quedó expuesto durante un taller sobre el Proyecto Plan Nacional de Eliminación de los Hidroclorofluorocarbonos (HCFC) en ese importante sector, así como las experiencias de las entidades de La Habana beneficiadas.

El evento fue coordinado por la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ), del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía), entidad adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

El especialista de OTOZ, Ingeniero Reynaldo Alemán, expuso el informe final del trabajo desplegado desde 2014, cuando comenzara la aplicación de este proyecto que él lideró, encaminado a suplir el uso del HCFC 141-b en la producción de espumas rígidas.

La reconversión de las industrias con tecnología novedosa arrojó como resultado la eliminación del consumo de 13.35 toneladas de sustancia agotadora del ozono (SAO), sustituidas por otras libres de SAO y de bajo potencial de calentamiento global, como el ciclopentano que es un tipo de hidrocarburo. Otra alternativa fue la utilización del poliol premezclado con agua.

Como criterio de inclusión de las industrias en el proyecto, se tuvo en cuenta aquellas que entre los años 2005 y 2010 empleaban el HCFC 141- b. como agente expansor en sus procesos. Clasificaron entonces la Unidad Empresarial de Base (UEB) Lancomet, de la empresa Cometal, subordinada al grupo Gesime; la Empresa de Diseño Automotriz, y la UEB # 5 Refrigeración Caribe, perteneciente a la Empresa de Refrigeración y Calderas, del Grupo Gelec.

Todas radican en la capital cubana y sus producciones son para uso como aislantes y como elementos constructivos, de ahí su utilidad en el sector comercial con todos los equipos de refrigeración y la climatización, además del sector de la transportación con los carros contenedores, y el de las construcciones, entre otros.

En Cuba las producciones están muy centradas en paneles de espuma rígida para paredes, techos y cámaras de frio, así como la elaboración de envases de medicamentos y los equipos domésticos.

Reynaldo Alemán recordó que entre las consideraciones que se tuvieron en cuenta para aplicar las actuales alternativas tecnológicas, estuvieron aspectos como ser sostenibles medioambientalmente con cero Potencial de Agotamiento del Ozono (PAO); bajo GWP (Potencial de Calentamiento Global, por sus siglas en inglés, y alta eficiencia energética, además de ofrecer durabilidad del sistema, seguridad y fácil manejo.

El 98 % del 1 187 527 dólares aportados al proyecto se destinó a equipamientos tecnológicos: “Tuvimos que reconvertir una parte importante de la industria”, indicó el especialista, tras mencionar cómo un gran número de obras ya han sido beneficiadas con los paneles producidos durante este proyecto financiado por el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal.

Entre los ejemplos más destacados figuran las obras de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la infraestructura de hospedaje de la empresa constructora radicada allí; el laboratorio de productos claros de la empresa Cuba Petróleo, la fábrica de prototipo y de desarrollo del grupo Gelec, donde se producen respiradores artificiales, además de viviendas en La Habana y en la provincia de Santiago de Cuba., construcción de escuelas y ampliaciones del aeropuerto Internacional José Martí, por citar algunas.

Desde 2016 el sector productivo de las espumas rígidas en la nación caribeña solo utiliza materia prima que no contiene sustancias agotadoras de la capa de ozono. Por otra parte, desde mediados de 2020 se utiliza materia prima que no contiene sustancias que producen calentamiento terrestre.

En 1992 el Gobierno cubano ratificó el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y el Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono. El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), a través de la OTOZ es el responsable para la implementación de las acciones nacionales relacionadas con este tema.

El especialista de OTOZ, ingeniero Armando Gómez Díaz, ofreció una actualización sobre el presente y futuro de la Enmienda de Kigali, que añade a los Hidrofluorocarbonos (HFC) a la lista de sustancias controladas en virtud del Protocolo de Montreal. Cuba la ratificó el 20 de junio de 2019, por tanto tiene la obligación de cumplir con sus compromisos

Al referirse al proyecto de espuma, el jefe de la OTOZ, doctor en Ciencias Nelson Espinosa, destacó durante el evento que constituye uno de los proyectos más exitosos ejecutados en Cuba durante los últimos años, capaz de resolver problemas ambientales y productivos.

Significó que la ínsula concede prioridad a la reconversión del sector de espumas rígidas basado en soluciones técnicas sostenibles y que son a largo plazo.

( Tomado de Tribuna de La Habana)