Un poco de historia
Cuba es signataria del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (1985) y del Protocolo de Montreal (1987), relacionados con el control y paulatina eliminación de la producción y el consumo de productos químicos industriales, dañinos al medio ambiente. Nuestro país está comprometido con la Protección de la Capa de Ozono, ratificó su compromiso en 1992 por lo que ha venido desarrollando acciones para la protección de la estratosfera, y más reciente brindó su apoyo incondicionalmente a la Enmienda de Kigali, que entró en vigor el 1 de enero de 2019 y en el cual depositó el instrumento de ratificación, al eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que calientan el clima.
Todas esas acciones son gestionadas a través de la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ), del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (CUBAENERGIA) entidad adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
El Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal ha apoyado con financiamiento a países en desarrollo con el objetivo de eliminar de manera gradual los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) cumpliendo su cronograma de eliminación de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), previsto hasta el año 2030.
Nuestra misión
Adoptar nuevas alternativas e implementar acciones en el sector de la Refrigeración y Climatización (RAC) que no agoten la capa de ozono, no contribuyan al calentamiento global y que sean más eficientes energéticamente es una de las misiones de la OTOZ, con el apoyo de los especialistas nacionales que atienden el Programa Nacional de Ozono.
El gas Refrigerante R-22, es un tipo de HCFC dañino a la capa de ozono. Durante años el sustituto de este ha sido los HFC, que aunque no afectan la capa de ozono, son gases de alto potencial de calentamiento global, por tal motivo la necesidad de reducir estos últimos les da un vuelco a los sustitutos de los HCFC, actualmente utilizados.
El proyecto y sus objetivos
En esta contribución de eliminar las SAO se aprueba el proyecto en Cuba denominado Plan Nacional de Eliminación de los HCFC en el sector de servicios, cuyo objetivo principal es: Eliminar el uso de las SAO R-22 y sus mezclas en el sector del servicio de Refrigeración y Climatización.
A través de la implementación de este proyecto se ha logrado fortalecer técnicamente instituciones de educación técnica y profesional en el sector RAC con la apertura de las aulas de Buenas Prácticas, brindado entrenamiento a instructores de las aulas de todo el país. La capacitación de inspectores de aduanas para la detención en frontera de las SAO; la reconversión de instalaciones de Refrigeración y Climatización a refrigerantes naturales y amigables con el medio ambiente y el cambio climático.
Resultados Obtenidos
Con la ejecución del proyecto se cumple con la reducción del 35% establecida en el cronograma de eliminación de HCFC. Se han capacitado en las aulas de buenas prácticas hasta la actualidad 4751 mecánicos del sector RAC en todos los niveles de la economía nacional incluyendo los trabajadores de la forma no estatal. La habilitación de 16 aulas con equipos y herramienta de Refrigeración y Climatización, medios de cómputo y material de oficina. Además del entrenamiento de más de 120 oficiales de aduana en frontera.
La no entrada al país desde el 2015 de equipos con R-22. Eliminación del R-141b para acciones de limpieza, son algunos de los resultados obtenidos con el proyecto Plan Nacional de Eliminación de los HCFC en el sector de servicios.
Actualidad
Actualmente Cuba centra sus esfuerzos en la etapa 2020-2030 con un nuevo aporte de financiación del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal para concluir en el 2030 con la total eliminación de SAO especialmente el R-22 en el sector RAC.
Nuevos Desafíos
Con los nuevos retos que representa la implementación en el país de la Enmienda de Kigali, que implica la transición a refrigerantes de bajo potencial de calentamiento global, el uso de refrigerantes naturales, el manejo seguro de estos y la mejora de la eficiencia energética en este sector, constituye un nuevo desafío para Cuba, pero como fiel defensora del medio ambiente cumplirá sus compromisos internacionales con el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal.
Por: Helen Rodríguez
Especialista en Comunicación CUBAENERGIA
Miembro del RECNUC
Foto: Tomada de Internet