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Compilación a cargo de MSc. Mario Alberto Arrastía Avila

Los orígenes de la movilidad mediante el empleo de medios de transporte accionados por efecto de la electricidad, no son tan cercanos en el tiempo como generalmente se piensa. Massimo Guarnieri, del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua, Italia, afirmó que los comienzos se remontan al siglo XIX y están relacionados con el surgimiento del electromagnetismo en 1820. Así aparece expuesto en el Abstract de su artículo Looking back to electric cars, presentado en la Tercera Conferencia sobre Historia de la Electrotecnonología del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos.

Según Guarneri, los primeros coches eléctricos experimentales aparecieron justo después del descubrimiento del electromagnetismo y durante el siglo XIX experimentaron mejoras, adelantándose a los motores de combustión interna. Al revisar la bibliografía disponible, es difícl establecer quien fue el inventor del auto eléctrico. Se reconocen los trabajos del físico, inventor, ingeniero y sacerdote húngaro Ányos Jedlik, quien inventó un tipo de motor eléctrico y creó un modelo de pequeño automóvil impulsado por su motor.  También se otorga al estadounidense Thomas Davenport, un herrero de Vermont, el crédito de haber construido en 1835 el primer vehículo eléctrico práctico, concretamente una pequeña locomotora. Se dice que Davenport inventó el motor eléctrico en 1834 aunque el ingeniero Moritz von Jacobi, presentó por primera vez al mundo su propio diseño en 1834. Aunque el crédito de haber creado el primer auto eléctrico se otorga a varias personas, los autores Ann Holms y Rony Argueta, del Colegio de Ingeniería de la Universidad de California en Santa Bárbara, aseguran que el primer vehículo eléctrico fue construido entre 1832 y 1839. Aunque el año exacto se desconoce, se atribuye al escocés Robert Anderson, el haber creado el primer carro eléctrico. Así lo dieron a conocer dichos autores, en marzo del 2010, en el trabajo titulado A Technical Research Report: The Electric Vehicle. En la página ThoughtCo.com, un sitio web de referencia de primer nivel en contenido educativo creado por expertos, se puede leer que en 1835, orro carro eléctrico a pequeña escala fue diseñado por el Profesor Stratingh de Groningen, Holanda, y construido por su asisteante Christopher Becker. Se necesitaron poco más de tres décadas después de la creación del primer vehículo impulsado por la acción de la electricidad por Anderson, para que estos medios de transporte adquirieran un valor práctico. Esto se debió a las innovaciones realizadas en los motores eléctricos y la creación y desarrollo de las baterías de almacenamiento o recargables.

En el periodo entre 1859 y 1860 el físico francés Gaston Planté inventó la primera batería recargable, la de plomo y ácido todavía hoy ampliamente utilizada. El también francés e ingeniero químico Camille Faure, hizo notables mejoras a la batería de almacenamiento en 1881 que condujeron al aumento de su capacidad y llevaron al inicio de la masificación de su producción. Todo esto allanó el camino hacia la penetración de los vehículos eléctricos como un medio de transporte de uso práctico. El primer triciclo eléctrico fue rodado en las calles de París por su creador Gustave Pierre Trouvé en 1881. Le siguieron otros vehículos de tres ruedas en Londres (1882) y Boston (1888).

En septiembre de 2014 el Departamento de Energía de EEUU publicó en su página de Internet, una cronología sobre la movilidad eléctrica bajo el título The history of the electric car. La publicación, acreditada a la autora Rebecca Matulka, especialista en comunicaciones digitales de la mencionada entidad gubernamental estadounidense, reseña que fue el químico William Morrison, quien emigró desde Escocia a EEUU y se asentó en Des Moines, Iowa, el inventor del primer vehículo eléctrico exitoso de uso práctico en EEUU. Motivado por crear baterías de almacenamiento cada vez más eficientes, Morrison utilizó para demostrar la utilidad de las mismas algo muy común en aquella época: un carro tirado por caballos. A dicho carro le acopló un motor eléctrico al eje de la rueda trasera así como los dispositivos de control necesarios. Según se puede leer en la página 333 de la edición del 5 de diciembre de 1891 del diario Western Electrician, publicado en aquella época, el sistema contaba con un total de 24 baterías recargables. De acuerdo con la mencionada publicación, la masa de cada batería era de 32 lb para un total de 768 lb, o sea 349 kg. Las baterías entregaban una corriente eléctrica cuya intensidad era de 112 A con una tensión eléctrica de 58 V. Para recargarlas no era necesario sacarlas de su posición debajo de los asientos de los pasajeros. El proceso de recarga se efectuaba durante la noche y demoraba un total de 10 horas. La publicación añade que según su inventor, el carro había sido ampliamente probado en la ciudad de Des Moines, funcionando ininterrumpidamente durante trece horas y alcanzando una velocidad de 23 km/h, la cual en su opinión podía ser aumentada.

Aunque el uso de carros tirados por caballos era aún el principal medio de transporte a finales del siglo XIX, los autos eléctricos comenzaron a hacerse cada vez más populares sobre todo en el medio urbano. Eran silenciosos, requerían de menos mantenimiento y no emitían contaminantes como los que funcionaban con gasolina.

A finales del siglo XIX Francia y Gran Bretaña las naciones que más apoyaron la movilidad mediante la utilización de vehículos. El 29 de abril de 1899 el vehículo eléctrico nombrado "La Jamais Contente" y diseñado por Camille Jenatzy superó los 100 km/h estableciendo un récord mundial.

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Carro eléctrico creado por William Morrison en 1891

Los autos propulsados por la acción de la electricidad alcanzaron su mayor penetración alrededor del cambio de siglo. Para esa época la movilidad eléctrica abarcaba el 38% del mercado de automóviles en EE UU, en comparación con el 40% de los que eran accionados por vapor y 22% los que funcionaban mediante motores de combustión interna. Ferdinand Porsche, fundador del automóvil deportivo del mismo nombre, crea el Lohner-Porsche Mixte, el primer automóvil híbrido del mundo. El vehículo funcionaba con electricidad almacenada en una batería y un motor de gasolina.

En 1901 Edison adquiere baterías para vehículos eléctricos. Muchos innovadores toman nota de la gran demanda de automóviles eléctricos y exploran formas de mejorar la tecnología. Edison pensó que los vehículos eléctricos eran el modo de transporte superior y trabajó para construir una mejor batería. Pero el principal problema que atentaba contra la expansión de la movilidad eléctrica era la falta de estaciones para la recarga de las baterías. Este problema fue resuelto para el año 1912 y los autos eléctricos tuvieron su apogeo. Según la Enciclopedia Británica, para ese entonces había unas 20 compañías de autos eléctricos registradas en EEUU, el país donde esta tecnología había logrado mayor aceptación y unos 33,842 carros eléctricos rodaban por sus calles. Pero otro factor, que a la postre desempeñó un rol decisivo en contra de la movilidad con autos accionados por electricidad, entró en escena: el modelo T de Henry Ford.

Mientras los fabricantes de autos eléctricos no pudieron controlar el incremento de los costos, la producción en serie de autos a gasolina introducida por Henry Ford abarató los costos e hizo que estos fueran más asequibles y estuvieran ampliamente disponibles. En 1912, mientras que un auto eléctrico descapotable se vendía por $ 1,750, un comprador pagaba solo $ 650 por un automóvil a gasolina. La invención del motor de arranque eléctrico por Charles Kettering en 1912, eliminó la necesidad de la manivela e hizo más amigable la utilización de los vehículos a gasolina por lo que también ayudó a aumentar sus ventas. Para la década de 1920, la red de carreteras que unía a las ciudades de EEUU había experimentado grandes mejorías, por lo que ya era posible viajar a mayores distancias las cuales no podían ser alcanzadas por la autonomía limitada de los autos eléctricos, convirtiéndose este en otro punto débil para esta tecnología automotriz. El descubrimiento de petróleo en Texas provocó que el aumento de la producción de gasolina adoptándose un precio que fuese asequible para el consumidor medio. Todos estos factores condujeron al declive de los vehículos eléctricos en lo que llegó a ser su principal mercado en el mundo. Para mediados de la década de 1930, los autos eléctricos casi habían desaparecido en EEUU. Habrían de transcurrir varias décadas para que surgiera nuevamente la necesidad de utilizar este tipo de tecnología.

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