Los hidratos, en general, son compuestos en las moléculas de gas que están “encerradas” en una estructura cristalina. Los hidratos de metano son una manifestación inusual de los hidrocarburos en la que las moléculas de gas natural, compuesto fundamentalmente por metano, están inmersas en la estructura cristalina del hielo. Los hidratos de gas, como también se les conoce, son un portador energético fósil altamente concentrado. En cada volumen de esta sustancia hay 160 veces más metano que en un volumen similar de metano en condiciones normales de presión y temperatura. Según la organización de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el contenido de carbono de los hidratos de metano de todo el mundo es casi el doble del que hay en todas las reservas conocidas de combustibles fósiles. Solo en Canadá habría 500 billones de metros cúbicos de hidratos de metano, básicamente en el permafrost del campo de Mallik, en el delta de Mackenzie, arriba del Círculo Polar Ártico.
En 1810, Humphrey Davy y Michael Faraday obtuvieron hidratos de gas en un laboratorio. A finales de la década de los 60 fueron hallados en estado natural por la industria petrolera soviética en el campo de gas Messoyakha, en Siberia. Solo en fecha reciente se ha valorado a los hidratos de metano como una alternativa energética. Algunos entendidos afirman que explotar los yacimientos de hidratos de metano puede provocar el escape masivo de ese potente gas de efecto invernadero a la atmósfera, reforzando el calentamiento global. Los hidratos de metano son un peligro no despreciable para la vida en el planeta.